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15. A Devesa

En esta parroquia ribadense está ubicado un diseminado núcleo poblacional, ubicado a lo largo de un tramo de la N-634, que constituye un asentamiento indiano de elevado valor arquitectónico e histórico, como es el Círculo Habanero.

Casa Colorada

La construcción data de 1919. El inmueble consta de dos plantas y un bajocubierta, con tejado de pizarra a dos aguas. La edificación tenía un uso exclusivamente residencial. Su promotor amaba la flora y en el jardín crecen palmeras, yucas y araucarias, además de albergar un curioso palomar que incluye un depósito de agua en alto que le otorga apariencia de faro, un corral para patos, una fuente, un horno, un merendero y una pérgola. La casa, pues era y sigue siendo un pequeño complejo de descanso, tal como la pergeñó un ribadense emigrado a Cuba que retornó con fortuna.

Casa de don Lourenzo

Palmeras, araucarias, magnolios y sauces identifican la finca donde fue edificada la Casa de don Lourenzo, rodeada de un muro de cierre que garantiza total intimidad. La vivienda es de sencilla factura, en cierto modo convencional, con dos plantas y bajocubierta.

Casa-torre de Maseda

Construida en 1924 por orden de Ramón Maseda Villamil, esta casona se alza junto al vial (la actual carretera N-634), con un espacio intermedio a modo de acera “privada”, aunque para acceder a la finca hay que franquear un cierre. Cabe destacar la presencia de una palmera de gran tamaño, que comparte espacio con magnolios y otras especies exóticas y autóctonas.

Casa Place Margarita

Construida en 1926, constituye el más completo exponente de la influencia norteamericana(o estadounidense) en los criterios de los constructivos de los indianos. Su promotor fue Manuel Fernández López, nacido en Ribadeo, que emigró a Estados Unidos (exactamente al estado de la Florida), donde hizo fortuna en el sector de la construcción, donde fue diseñada la casa que levantó en A Devesa y de donde importó varios materiales.

Un aspecto a destacar de la influencia norteamericana en la estructura de la Casa Place Margarita es la adaptación de la finca al uso del automóvil, que en Estados Unidos, avanzada la década de 1920, empezaba a dejar de ser un bien exclusivo de la élite; motivo por el que en el inmueble fue habilitado un sótano como garaje, que incluso tiene entrada y salida de vehículos independientes. A pesar de la influencia estadounidense, la casona tiene detalles autóctonos, como los porches, las terrazas y los sotabancos.

Casa Maseda

Esta vivienda, edificada en 1920, llama la atención por sus generosas dimensiones y por la abigarrada ornamentación de su fachada principal. A la izquierda de la vivienda, ubicada junto a la carretera, semiocultos por dos frondosos árboles la finca alberga gallinero, lavadero y pozo. En la parte posterior el propietario y promotor dispuso un amplio jardín que aún conserva varios árboles plantados hace ya casi un siglo, cuando fue levantado el inmueble y, lógicamente, también hay la “obligada” palmera.

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